Pasadizos

En uno y otro caso, el amor es un alcázar con pasadizos secretos por donde suelen extraviarse nuestras almas. Gonzalo Fragui(1960)

sábado, septiembre 23, 2006

Santa Cruz: tú y yo


Una vez mordido el anzuelo, ya estás en la vida. Y aquí, adentro, en el hemisferio sur (que es el que te ha tocado en suerte) gira de una manera vertiginosa la savia ardiente, venenosa y umbilical que llamamos ‘el deseo’. A partir de ese mágico momento ya nada satisface, ni la luna al fondo del cielo, con su circunferencia gigante, ni las luciérnagas despreocupadas de ser estrellas taciturnas que buscan iluminar perdidos escarabajos en celo tras de alguna hoja de brunnera ‘Jack Frost’, que en Bolivia llamamos “Hoja de Eva” por ser grande y arropadora y que ondea sin rubor en los jardines.

El deseo es el motor de la vida.

He caminado con gran alegría la Uruguay - Argomosa, y he disfrutado de pasar bajo los árboles de su parque, que nadie parece visitar. Para mí, desde el sendero que es parte de su jardín, este parque, como cada uno de los fragmentos de la ciudad que abarcan en esencia toda ella, es un milagro. Santa Cruz de la Sierra me muestra su vitalidad, y aun los toborochis hoy silenciosos de flores, guardan en sus formas esa energía que todos buscamos desesperadamente para expresarnos, la energía de vivir.

Y entre el deseo que bulle y la ciudad que me mira, resucito señalado para ser un hombre más de la fiesta.

jueves, septiembre 07, 2006

Mi "SÍ" Cumpleaños


Es muy extraño que uno tenga que especificar que hoy es su´"Sí" cumpleaños, a causa de la canción que canta el Sobrerero y la Liebre en Alicia, celebrando, como todos ya saben su "No" cumpleaños.

Es que hoy tengo varias nostalgias que compartir. La primera, mis padres. La segunda, los varios años de cumpleaños, uno tras otro, vela tras año. Y en el Brasil, mi fiesta eclipsada por el jolgorio nacional. "Ouviram do Ipiriranga às margens plácidas... ".

En cualquier caso, los aniversarios tienen que ver con las velas. Es decir, con el fuego. ¿Qué clase de fuego ocurrirá, hoy, en mi corazón? Todo suena bastante egoista, sin duda. Pero... ¿Qué otra fecha tenemos para celebrarnos nosotros y solamente nosotros? Y cuando digo "nosotros", hablo de mi cuerpo y yo, que soy mi cuerpo pero un poco aturdido porque todavía no me la creo que soy mi cuerpo, sino algo volátil, una especie de software, eso que llaman alma, me parece. Y ese cuerpo que soy yo tiene hambre, necesita del agua, de la fiesta, de los besos.

¡Qué! ¿Quieren más? No, no hay más, amigos. Me iré a celebrar con Carolina, que esta vez me contará sobre sus aventuras en Oruro. Sí, en Oruro, que es a donde viajó la última semana. Esa bella ciudad que tiene nombre de humano y crece entre los Azanaques con su espíritu amable y tesonero.

¡Vaya!, ya me siento mejor: compartir con mis amigos virtuales.

Aunque ya pasó el cuarto de hora y esta máquina del Café Internet (esta de mi barrio) tiene terribles defectos con el teclado, lleno de polvo y nadie sabe qué otras cochineras.

Así que me despido con un E... E... E... E.. so e..ssss todo amigos! (tratando de imitar a Porcky, nuestro rey).