Pasadizos

En uno y otro caso, el amor es un alcázar con pasadizos secretos por donde suelen extraviarse nuestras almas. Gonzalo Fragui(1960)

lunes, mayo 22, 2006

Lunes


Es lunes. Hoy tampoco saqué la lotería y el frío ha penetrado la densa muralla. Pero evitemos la depre y hagamos periodismo cultural.

Recuerdo, el viernes estuve en la inauguración de El Kiosco. Encontré a Carolina, pero no pasamos de los holas y del qué hiciste, pues en el momento preciso en que iba a proponerle escaparnos de allí para que la noche nos acoja, apareció su hermano y me la arrancó, dice que porque de no sé qué prima a punto de dar a luz y que la necesitaban con urgencia. No me pareció prudente acompañarla, ya que nuestra relación de amistad es todavía débil, así que decidí quedarme y, como quién elude la molestia, darme una vuelta por la exposición. Valcarcel, sí, como siempre extraordinario, su concepción del detalle, su mirada liberada: una sensual fotografía de un muchacho tomada de la boca hasta los hombros, la mitad de un perro sobre una rejilla, dos personas de diferente tamaño en un escenario desértico. Y luego, en la sala principal, de Schuartz, me parece, la hermosa propuesta de aquellas cintas de colores montadas sobre un cable que traía pesas en los extremos, sugiriendo el vestido. Y en la sala que quedaba detrás de una pared forrada de algodón, el autorretrato de Alfredo Müller. Hasta ahí, todo bien. Sin embargo, hubo otras cosas, que acaso querían provocar, pero que en mi opinión fueron un rotundo fracaso artístico. ¿Qué ridículo es ese de la muchacha tendida sobre la cama, vestida de fiesta? ¿Qué se quiso decir con que la moda es el reflejo del alma? Y el video ese, el del tipo hecho el seductor, simplemente obsceno (léase, fuera de escena), me pareció de mal gusto.

Al salir, busqué el celular, tenía mucha sed. Así que llamé a Gina y me estacioné en su casa, siempre llena de amigos, y nos pusimos a beber, escuchando todo tipo de Rock hasta al amanecer. Tocaban Come As You Are de Nirvana cuando regresó la mañana. Entonces desaparecí.

Todavía es lunes -no quiere irse, no-, como pueden ver, ya escribí el post para el blog, pero todavía tengo un dolor que no sé definir y que no quiere irse, terco como el fracaso. ¿Me dan una mano y dejan un poco de hola ché?

9 Comments:

  • At 1:10 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Yo te dejo un "hola, che" y un "realmente es un placer leerte".

    Aunque quizás lo que verdaderamente necesitas es amanecer con Carolina (aunque sea vestidos) o un Alikal extraforte (lo primero que ocurra)

    Un abrazo.

    P.D. Hace tiempo llegué a la conclusión de que el lunes no es un día, sino una enfermedad...

    El del Toborochi.

     
  • At 2:19 p. m., Blogger Oruro Nogales said…

    Ché, Toborochi, apareciste anónimo. Gracias por tu hola. Seguramente buscaré un Alikal ;=) para pasar la enfermedad.

    ¿Y los martes, y los miércoles, ese vivir en lo sucesivo (Borges)?

     
  • At 6:38 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Mi diagnóstico sólo llega al lunes, yo ya para el martes soy Garrincha.

     
  • At 9:51 p. m., Blogger jorge angel said…

    Sos un muy buen narrador, te voy a tener que agregar a mis links.

    Abrazos

     
  • At 4:33 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Entre Carolinas y Ginas
    se te pasa la vida
    pensando en mujeres
    y las mujeres no nos quedamos atras yo me la paso pensando en
    Antonios y Matthias
    cosas que pasan.. te dejo un Hola y un Chau de los Cadillacs!
    "Noche de calor en la Ciudad..ella me dejo y todo sigue igual"

     
  • At 8:55 a. m., Blogger Oruro Nogales said…

    Gracias, jorge ángel. ¡Qué súper que es el blog: puedes expresarte y conocer nuevos amigos! ¿No? Tú blog ya está en mi lista de enlaces desde hace varios días.

     
  • At 8:58 a. m., Blogger Oruro Nogales said…

    luciérnaga del cielo, parece que las señales que enviamos (centelleos) no convocan a la pareja deseada con la fuerza debida, aunque con nombre y apellido, dirección conocida, teléfono celular, pasamos unos al lado de los otros centelleando siempre, pero sin mirarnos.

     
  • At 10:33 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Hola, che :)

     
  • At 10:28 a. m., Anonymous Anónimo said…

    después del kiosco nos refugiamos en el bon ami con sed y herida y pronto llegaron, siguiendo algún rastro, buenaventuras y toborochi.
    todavia no me recupero del amanecer, ni del encuentro. ¿qué tiene la noche, que rompe tan delicadamente el día?
    me encanta tu blog.

     

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